El mediocentro argentino hace balance de sus primeras semanas en el equipo tras convertirse en una pieza fundamental en el esquema de Gustavo Siviero
Maxi Ribero llegó el pasado mercado de invierno al Intercity, pero el mediocentro no ha tardado en convertirse en uno de los habituales en el once del míster. El argentino ha logrado situarse en el esquema de Gustavo Siviero y está conociendo de primera mano lo exigente de la categoría. «Una competición bastante dura, no pensaba que era tan pareja. Nos pasó el otro día, un equipo que en la tabla no está tan bien ubicado, nos hizo un partido complicado y se vio reflejado en el resultado», decía sobre el último encuentro de los hombres de negro.
Sobre su rápida adaptación al estilo del míster y al equipo ha asegurado que «los compañeros me acogieron muy bien, eso me fue dando confianza». Aunque asegura que todavía queda margen de mejora para seguir desplegando su fútbol en el centro del campo. «Semana a semana, con el trabajo y demás, uno se va sintiendo mejor», vaticinaba. Acerca del próximo rival, el Marchamalo, Maxi es consciente de la importancia de los choques que restan: » A estas alturas, cada equipo pelea por lo suyo. De ahora en adelante cada fin de semana va a ser una final y lo tenemos que tomar como tal». El siguiente será el próximo domingo en Ciudad Real.
